La ingeniera industrial española, Elena García nació en Santander en el año 1971. Convivió con el reinado del régimen Franquista en España, el cual finalizó en 1975. Este hecho dio lugar a la transición española, período de la historia contemporánea de España en el que se llevó a cabo el proceso por el que el país dejó atrás el régimen dictatorial del general Francisco Franco y pasó a regirse por una Constitución basada en la democracia. Esta fase coincide con la primera etapa del reinado de Juan Carlos I.
Además, en esta época se destaca el cambio de mentalidad de las personas, ya que tuvieron que adaptarse a la nueva normalidad. Esto también supuso un cambio en las ideas políticas, conviviendo así personas de diferentes ideales en diferentes épocas. Asimismo, a principios de la década de los 70, surgió una brecha entre actividades de investigación y desarrollo en España y en los países occidentales, que actuó como freno en la industrialización del país y el desarrollo de una tecnología puntera, facilitando que se optase por la tecnología con mayor futuro.
Finalmente, se reconoce la excelente labor
de las personas pertenecientes a bancos, entidades como telefónica, cajas de
ahorros e industria por vencer los obstáculos de la época y poner en
funcionamiento la primera red de paquetes pública en el mundo, así como su
colaboración en la innovación de la tecnología en los diferentes ámbitos en los
que participaron.
Con respecto a la planificación científica, desde la transición (1975-1978) hasta la actualidad, se pretendía hacer acorde con los nuevos planteamientos de integración I+D o I+D+I, especialmente con el proceso de integración en las Comunidades Europeas (1986, año de la Ley de Fomento y Coordinación de la Investigación Científica y Técnica o Ley de la Ciencia, que ha dado nombre a una generación de investigadores).
Por otro lado, el 29 de diciembre de 1978 tuvo lugar la Constitución Española, reconocida como la norma suprema del ordenamiento jurídico español, a la que están sujetos todos los poderes públicos y ciudadanos de España. Esta norma reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas. En referencia a la ciencia, como bien indica la Constitución en el Artículo 44, sección 2 “Los poderes públicos promoverán la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés general”.
Es necesario destacar que la recepción de la actividad científica española sitúa a las instituciones y científicos españoles en un estadio intermedio dentro de las naciones más avanzadas. En la primera década del siglo XXI, se ha llegado a hablar de la nueva edad de plata de España, sostenida en un incremento de las inversiones con participación de la élite científica.
En consonancia con la incorporación de la mujer al trabajo y a todo tipo de actividades, que se venía produciendo desde las primeras décadas del siglo XX, sufrió un brusco parón con la posguerra, y se reinició en los últimos años del franquismo (feminismo, concepto deliberación de la mujer); el número de mujeres científicas experimentó un significativo aumento en los últimos años del siglo XX., hasta que en 2002 se funda la Asociación de Mujeres Investigadores y Tecnólogas (AMIT).
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